Contigo

Tus labios. Comenzamos a entendernos… Poco a poco, porque no hay prisa. Desde siempre, porque tú ya lo sabes. Y nos montamos en el vagón del parque de atracciones. La montaña rusa más atrevida, la más deseada, esa en la que solo hay sitio para dos. Que esos dos seamos nosotros. Un nosotros, pero que yo me apresure hasta las curvas y tú… tú aún por los labios. No hay por qué preocuparse, siempre consigues alcanzarme. Escalas hasta lo más alto, me encuentras y volvemos a juntarnos... esta vez con cinturón de seguridad. Diversión. Te abrazo y juntos encaminamos la subida más pronunciada. Al igual que los gritos a lo largo del recorrido. Nos disponemos a llegar al final de la atracción. Estamos preparados… y descendemos por la última rampa de la montaña rusa. Deprisa. Sin frenos. Y finalmente me regalas tu último suspiro: Te amo.